¿Debo ir a estudiar en el extranjero? Es posible que esta pregunta te la hayas planteado en más de una ocasión. Puede que tú mismo te hayas preguntado si debes ir a estudiar fuera, o incluso lo hayas pensado como una opción viable para tus hijos. Sea como sea, la oportunidad de cursar un año académico, un semestre o unas semanas en periodos vacaciones está cada vez más encima de la mesa.

Irse fuera de tu entorno, tu barrio, tu pueblo, tu comunidad, para estudiar un idioma nuevo, conocer nueva gente o simplemente por cambiar de aires, ya no es tanta novedad. Muchos jóvenes optan por cursar parte de sus estudios en un colegio en otro país para reforzar su conocimiento en idiomas. Una experiencia vital que cuenta con muchos adeptos y que puede ser especialmente beneficiosa para quien disfruta de ella. Por todo ello, y si todavía siguen con dudas, hemos recopilado cuatro razones para convencerte de irte a estudiar al extranjero:

1.- Sales de tu zona de confort

Irte a otro país supone romper con tu día a día y tu gente del lugar donde vives. Es un salto al vacío que exige cierta valentía y arrojo. Salirte de tu zona de confort no es sencillo, necesita de echarse adelante y abrirse a una nueva experiencia.

En realidad, una estancia en el extranjero tiene mucho de aventura. Supone conocer nueva gente, un nuevo país, una nueva cultura, un nuevo idioma, nuevas costumbres… Es un cambio radical durante un corto periodo de tiempo en tu rutina. Salir de tu zona de confort, explorar nuevos lugares y aprender a ser autosuficiente.

2.- Aprender realmente un idioma

Puedes aprender un idioma de forma académica y tener un buen dominio del inglés, el francés o el alemán. Puedes mejorar el listening gracias a películas, a canciones o escuchando podcasts incluso. Pero el verdadero idioma lo aprendes in situ, tratando con la gente local, aprendiendo cómo se expresan, empapándote de su forma de utilizar la lengua.

La estancia en el extranjero te servirá para conocer mejor, de más cerca, el idioma. Tendrás un aprendizaje continuado, desde dentro y real de lo que es un idioma. Tendrás que manejarte para el estudio, para el ocio, para las tareas del hogar, para hacer deporte o para comprar algo. No hay mejor forma de inmersión lingüística que la que obtendrás sumergiéndote en la realidad social de un país diferente al tuyo.

3.- Mejora tu CV

Puede que si no estás en edad de buscar trabajo no te lo plantees todavía, pero la estancia en el extranjero te ayudará a mejorar tu currículum de cara a conseguir un trabajo. Puede parecer que no, pero haberte formado en el extranjero puede resultar de utilidad a las personas de selección para decantarse por tu perfil.

Tú tendrás una experiencia en un país diferente. Este periodo te ofrece una visión más cosmopolita del mundo. La multiculturalidad es parte de tu sello personal. Y tampoco se puede dejar de lado el conocimiento real del idioma. Has tenido ocasión de poner en práctica el idioma en un entorno real y en casos reales, ¿qué mejor carta de presentación que esta?

4.- Enriquecimiento personal

Lo que hoy puede ser un viaje para aprender un idioma el día de mañana será una de las mejores experiencias de tu vida. Una estancia en el extranjero te abrirá la mente a una nueva forma de entender la vida. Serás capaz de entender cómo ven el día a día los habitantes del país donde decidas estudiar. Dispondrás de una nueva perspectiva vital, más rica, más multicultural.

Esa mentalidad global que te permitirá desarrollar el estudiar en el extranjero también tendrá su reflejo en tu forma de ver tu hogar, tu lugar de nacimiento y la gente que te rodee. Aprenderás a valorar lo que tienes al lado. Ya se sabe, a veces es necesario alejarse de las cosas para tener una perspectiva más amplia. Y no hay perspectiva más amplia que la que te pueda dar estudiar en el extranjero.

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