Por qué entiendo inglés pero me cuesta hablarlo (y cómo romper ese bloqueo)

Es una situación muy común: escucho una serie en inglés, sigo podcasts sin problema y entiendo al profesor… pero cuando me toca hablar, las palabras no me salen con la misma fluidez. De repente, me bloqueo, dudo, busco vocabulario que “debería saber” y termino frustrado/a. Si te reconoces en este escenario, tranquilo/a: no es falta de capacidad, es un fenómeno natural en el aprendizaje lingüístico, y tiene su explicación. Te contamos por qué ocurre y, sobre todo, qué puedes hacer para mejorar.
1. Comprender es más fácil que producir: así funciona tu cerebro
Entender un idioma y hablarlo no requieren los mismos procesos mentales. La comprensión auditiva se apoya en reconocer patrones, inferir significados y unir contexto con información previa. Tu cerebro va rellenando huecos. Por eso puedes entender frases aunque no captes cada palabra.
En cambio, producir lenguaje exige un esfuerzo mayor: tienes que elegir la estructura correcta, activar el vocabulario adecuado, conjugar, articular sonidos nuevos y hacerlo todo en milésimas de segundo. Es un proceso más lento y demandante, especialmente si no tienes práctica regular.
No es un fallo: es simplemente una fase natural. A casi todas las personas que estudian un idioma les ocurre.
2. Falta de automatización: sabes la gramática, pero no sale a tiempo
Muchos estudiantes conocen la gramática de forma teórica, pero no la tienen interiorizada. Pueden identificar errores en un ejercicio escrito, pero al hablar dudan: ¿era in, on o at? ¿tenía que usar present perfect?
Esto ocurre porque la gramática no está aún automatizada. No se trata de estudiar más reglas, sino de usarlas en contextos reales hasta que salgan solas, sin pensar. Igual que conducir: al principio piensas en todo, después lo haces casi en piloto automático.
3. El perfeccionismo: el enemigo silencioso de tu fluidez
Otro gran bloqueo viene del miedo a equivocarse. Muchos/as alumnos/as quieren hablar “perfecto”, sin acento y sin errores, y esa exigencia improductiva les frena. El inglés no necesita perfección; necesita comunicación.
Cuando tienes miedo a fallar, tu cerebro prefiere callarse antes que arriesgarse. Eso reduce tu fluidez y te deja atrapado/a en tu zona de confort de “entiendo pero no hablo”.
4. Poca exposición al speaking real
Ver series y escuchar podcasts alimenta tu oído, pero no sustituye la interacción real. Hablar requiere desarrollar reflejos lingüísticos que solo aparecen cuando tienes que responder en tiempo real, negociar significado y adaptarte al interlocutor.
Si no hablas con frecuencia, tu cerebro no crea los circuitos necesarios para hacerlo con soltura.
5. Cómo romper el bloqueo y empezar a hablar con confianza
La buena noticia: puedes superar esta fase más rápido de lo que crees. Aquí tienes estrategias que funcionan:
- Habla todos los días, aunque sea 5 minutos: No necesitas una hora diaria. Puedes grabarte con tu móvil, describir lo que haces, repetir frases de una serie en voz alta o practicar con apps que obligan a producir lenguaje. Lo importante es la constancia.
- Cambia precisión por fluidez: Durante un periodo corto, prioriza hablar sin pararte a pensar si todo está perfecto. Esa soltura inicial te dará la confianza que ahora te falta. Ya habrá tiempo de corregir errores después.
- Usa “chunks”: expresiones fijas: Aprender bloques de lenguaje (“I was wondering if…”, “Actually, what I mean is…”) te permite hablar sin construir cada frase desde cero. Es uno de los trucos más efectivos para sonar más natural.
- Busca situaciones reales de comunicación: Clases conversacionales, intercambios de idiomas, sesiones online con profesores nativos… Lo esencial es exponerte a hablar con personas reales que te saquen de tu rutina.
- Deja de traducir mentalmente: Si piensas en español y luego traduces, hablarás lento. Entrena a tu cerebro a pensar directamente en inglés con ejercicios simples: narrar lo que ves, resumir lo que estás leyendo o incluso pensar en inglés sin hablar.
Con práctica constante, exposición real y un enfoque orientado a la fluidez —no a la perfección— verás mejoras en pocas semanas. Hablar inglés bien no es una cuestión de talento, sino de proceso. Y tú ya tienes buena parte del camino recorrido.
Curso de inglés con Flow: para soltarte a hablar en inglés
En la Escuela de Idiomas de la Cámara de Comercio de Bilbao somos conscientes de que algunos/as alumnos/as no buscan certificaciones, sino aprender a hablar inglés tanto para la vida cotidiana como para utilizarlo a nivel profesional. Por eso el método de Inglés con Flow te ayuda a aprender practicando, para ganar en soltura, para romper tus bloqueos a la hora de hablar. De esta manera podrás usar el inglés cuando viajes y comunicarte con personas de otros países cuando viajes al extranjero. Con este curso podrás desenvolverte en restaurantes, situaciones de ocio o simplemente socializar con personas que no hablen tu idioma nativo.



